Nos estamos dirigiendo con paso firme y decidido hacia el abismo. La burbuja va a reventar y las consecuencias para muchos ganaderos van a ser traumatices. Por supuesto, después de la privatización de los beneficios vendrían las demandas de socialización de las pérdidas para ayudar a un sector damnificado, como ha acontecido en el pasado a raíz de los aumentos productivos incontrolados en aceite de oliva, almendra o caqui por solo poner 3 ejemplos recientes o en el caso de la burbuja inmobiliaria.